La última novela de la colombiana
Laura Restrepo (Bogotá, 1950) habla de la fractura del sueño americano, que ha
atraído a Estados Unidos a millones de inmigrantes en busca de prosperidad y
bienestar, y de cómo ese sueño se ha transformado, para muchos de ellos, en una
pesadilla de racismo, explotación y violencia. Buen tema para una regular
novela, apasionada, pero no apasionante, que dista bastante de ser el “relato
trepidante y frenético” y el “thriller cautivador, magníficamente construido” anunciado
desde la editorial.
Como reconoce uno de los
personajes a la narradora-escribiente encargada de armar la novela, ésta no es “una
tremenda historia de asesinos en serie y superdetectives” donde “cada quien
tiene claro su papel y el resto es pura acción”, sino más bien “una historia
real, de gente común y corriente, llena de dudas, de errores, de
improvisaciones. Aquí hay fechas que no cuadran y cabos sueltos que no llegan a
empatar. Un pobre padre y un pobre asesino: no hay mucho más”.
Hot Sur narra la historia de María Paz, una joven colombiana
indocumentada acusada del asesinato de su marido Greg, un ex policía treinta y
tres años mayor que ella con el que matrimonió para conseguir la ciudadanía
americana y de cómo el destino une su camino con el de Ian Rose, un ingeniero gringo
residente en las apacibles montañas Catskill, cuando su hijo Cleeve, profesor
de escritura creativa de María Paz en la prisión de Manninpox, muere en un
extraño accidente de moto.
La narradora-escribiente
reconstruye este cruce de caminos y sus consecuencias a partir de tres elementos
fundamentales, que entrevera a lo largo del discurso narrativo: un manuscrito
de María Paz que llega a casa de Iantras el fallecimiento de su hijo, con el
que el padre intenta descifrar las circunstancias reales que rodearon su
muerte; las entrevistas informativas que la narradora mantiene con Ian y los
apuntes que el propio Cleeve deja escritos en un cuaderno. Sin embargo, la
relojería de esta estructura esforzada no logra funcionar como debiera porque,
a diferencia de Delirio, donde Restrepo
construyó una trama bien diseñada, sirviéndose de los tiempos con extrema
eficacia, la maquinaria de Hot Sur
renquea sobre todo cuando se detiene en las transcripciones del manuscrito de
María Paz, que ocupa casi doscientas de las quinientas y pico páginas de la novela, solazándose a menudo en la pura digresión reflexiva, que remansa la
acción hasta congelarla por su incorregible tendencia a irse por las armas.
Inverosimilitud lingüística
Además, la verosimilitud de Ian y Cleeve, los dos personajes cien por cien made in USA de Hot Sur, se resiente gravemente cuando en sus diálogos se introducen expresiones latinas. La coartada de su breve estancia en Colombia no justificaque el viejo Ian hable, por ejemplo, de “pendejadas”, diga “así no más” ose refiera a María Paz y las autoridades de Manninpox, diciendo que “esta fierita debe darles brega”. Y similar inverosimilitud lingüística se aprecia en su hijo, cuando incorpora a su registro palabras como “brassier” o “antier”.
Frente a estos contras, a favor
de Hot Sur juega su atinado uso de lo
simbólico, aplicado tanto a los escenarios donde se desarrolla la trama –las
montañas donde reside Ian Rose, que son naturaleza, libertad y silencio frente
al cautiverio ruidoso de Manninpox- como al tema y la caracterización de los
personajes, enfrentados a una permanente contraposición de limpieza y suciedad
que atraviesa todo el texto. Ahí está el oficio de María Paz como encuestadora
sobre hábitos de limpieza y su descenso al infierno carcelario donde tratan a
las internas como a basura; su madre
Bolivia, que nutrió sus sueños infantiles contándoles que “América olía a
limpio”; los esfuerzos de la protagonista para borrarse “lo latino como si fuera
una mancha”; la inmigración vista por “los del Norte” como “la marea negra del
Sur”; la pobreza “hijueputamente sucia” en un país irreal. Una América que,
como sentencia María Paz, “no está en ningún lado.
América sólo está en los sueños de los que soñamos con América”.
2 comentarios:
Inteeresante la reseña. Te comparto esta otra:
http://www.laestrella.com.pa/online/impreso/2013/06/12/nada-que-ocultar-de-gloria-young.asp
Hola Carmen, me parece interesante tu blog y como verás me he hecho seguidor. Si no te importa, me gustaría tenerte de amiga en el mío (por si no te importa hacerte seguidora). Yo también "intento" escribir y me gustaría que me echaras un vistazo cuando pudieras (sólo cinco minutos de tu preciado tiempo) para que me dieras tu opinión. Agradeciéndotelo de antemano me despido con un saludo compañera. Ah! el blog en cuestión es : http://elmisteriodeelendale.blogspot.com Te espero por allí. Perdona las molestias.
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