miércoles, 10 de abril de 2013

La aguja y el hilo de Henry James

Henry James. Foto: Billy Hathorn
Inspirada quizá por la lectura de Bleak House Inn. Diez huéspedes en casa de Dickens, en la que varios autores españoles ofrecen al lector del siglo XXI una nueva vuelta de tuerca al relato fantástico, he recordado un libro menudo, por su tamaño, titulado El futuro de la novela, de Henry James, publicado en 1994 por la Escuela de Letras, ya desaparecida, dentro de una colección que dirigió Juan José Millás. Se trata de volumen de 155 páginas en el que se recogen diversos textos de James sobre la novela, de los que extraigo un par de párrafos que hablan sobre la historia:

“La ‹‹historia››, si algo representa, representa el tema, la idea, la donnée de la novela […]. La ‹‹historia›› en el sentido de la idea, el punto de partida de la novela, es el único sentido en que puedo concebir se hable de ella como de algo diferente del todo orgánico; y puesto que en la medida en que la obra está lograda la idea la penetra y la atraviesa, la informa y la anima, de tal modo que cada palabra y cada signo de puntuación contribuyen directamente a la expresión, en esa medida perdemos la sensación de la ‹‹historia›› como una hoja que puede sacarse más o menos de su vaina. La ‹‹historia›› y la novela, la idea y la forma, son la aguja y el hilo, y jamás he oído hablar de un gremio de sastres que recomendara el empleo del hilo sin aguja, ni de aguja sin hilo”.
“[…] Recuerdo que al esbozar mi proyecto… tracé en una hoja de papel… la figura clara de un círculo consistente en cierto número de pequeños redondeles dispuestos a igual distancia alrededor de un objeto central. El objeto central era mi situación, mi tema en sí mismo, al cual la cosa debería su título, y los pequeños redondeles representaban otras tantas lámparas distintas, según me agradaba llamarlas, cada una de las cuales tendría la función de alumbrar con la debida intensidad uno de sus aspectos”.

Citas extraídas de:
El futuro de la novela. 157 páginas
Henry James
Escuela de Letras, 1994.

1 comentarios:

Cristina dijo...

Muy interesante. Gracias por la referencia.