Dictadores amigos

Entre en Google y, en el apartado dedicado a la búsqueda de imágenes, escriba: “amigos de Gadafi”. Verá que Zapatero aparece literalmente cogido de la manita del dictador libio. En otra fotografía, Obama estrecha, sonriente, la mano del “Guía”, abrazado por Berlusconi y agasajado por Sarkozy, Tony Blair y el mismísimo rey don Juan Carlos. Así pues, Aznar, que también aparece en esta galería vergonzosa, no es el único que consideró a Gadafi como un “amigo extravagante” de Occidente. Fueron muchos más. Los mismos que ahora le bombardean supuestamente para “proteger a las poblaciones civiles” en una operación militar que apesta a petróleo. Porque seamos claros: a los estados que la capitanean no les importan los derechos humanos en Libia. Si fuera así, habrían reaccionado ante la situación en Palestina, Arabia Saudí, Yemen o Siria. Estarían presionando a los gobiernos autoritarios de Marruecos, Argelia, Jordania y Omán. Apoyarían económicamente la consolidación de la primavera árabe iniciada en Túnez y Egipto, pero no es así. Solo les importa su petróleo y su seguridad. Por eso seguirán fotografiándose, sonrientes, junto a sus dictadores amigos... hasta que dejen de serlo.