domingo, 27 de marzo de 2011

'Donde nadie te encuentre': Fusión dudosa

Donde nadie te encuentre
Alicia Giménez Bartlett
Destino. Barcelona, 2011
512 páginas. 20 euros

Hay autores que han practicado con éxito la fusión entre la novela de acción, asociada a parámetros comerciales y populares, y la psicológica, dirigida a un público más restringido. Graham Greene ensayó esta fórmula, dibujando impecables retratos humanos sobre fondos gansteriles y policiacos. Sin embargo, Alicia Giménez Bartlett (Almansa, 1951), no consigue fundir en su obra, galardonada con el Premio Nadal, ambos planos. Las dos historias que plantea, desiguales en su ejecución, no logran conformar un engranaje narrativo afinado y único. Porque Donde nadie te encuentre no es una novela. Son dos, con melodías distintas, de fusión dudosa.

La primera es una novela de acción. Narra la historia de Lucien Nourissier, un psiquiatra francés que llega a Barcelona en 1956 para investigar el perfil psicopatológico de La Pastora, uno de los representantes más célebres del maquis español. Un personaje hermafrodita, con dos vidas: la que vivió como Teresa Pla Meseguer, cuidando ovejas en la montaña, y como Florencio, guerrillero acusado de veintinueve muertes en el Maestrazgo castellonense. Para entrevistarse con él, Nourissier contrata los servicios de un periodista, Carlos Infante, con el que recorre pueblos que “aún huelen a sangre y están llenos de mala baba”.

Nourissier e Infante aspiran a encarnar el arquetipo del idealista quijotesco y de su realista escudero. Sus diálogos, desmesuradamente explicativos, y sus repetitivas peripecias hubieran requerido un mayor esfuerzo de pulimiento y poda, así como una conclusión menos abracadabrante, para resultar verosímiles.

La segunda novela, claramente psicológica, nos acerca a la historia, esta sí real, de La Pastora a través de su propia voz, que se va intercalando con los capítulos dedicados a la trama, casi policiaca, de Nourissier e Infante. Trazada con eficacia a partir del material que aporta el periodista José Calvo en su libro La Pastora. Del monte al mito, Giménez Bartlett logra encarnar aquí un personaje con infinidad de pliegues y recovecos, marcado por la soledad y un sexo dudoso. Un ser acorralado por la pobreza, la incultura y la Guardia Civil, cuyo monólogo esencial hubiera constituido, en solitario, una excelente novela, aunque su aceptación comercial hubiera sido, sin duda, diferente.

1 comentarios:

J. G. dijo...

Amiga nuestra por el ataque de un perro suyo en Vinarós.

Iré a la presen.

Saludos.